Torta d’ametlla
Esta torta d’ametlla es una receta muy tradicional y que habitualmente se preparaba en grandes ocasiones como cumpleaños, fiestas, o cualquier otra celebración. También puedes hacer merengue para decorarla, pero esta versión con sólo azúcar queda muy rica.
Ingredientes (par molde 20cm diámetro y 8 cm de alto)
6 huevos
240gr de almendra molida
180gr de azúcar
25gr de harina
Ralladura de 1/2 limón
1 cucharadita de canela en polvo
Glaseado: 100gr de azúcar glas, Agua, 1 cucharadita de zumo de limón
Mantequilla o manteca
Elaboración
Untamos la manteca en el molde pare evitar que se pegue y ponemos una base recortada de papel de hornear que coincida con el tamaño del fondo, y adherimos bien.
Separamos las yemas de las claras. Colocamos las claras en un bol grande y las montamos a punto de nieve. Reservamos.
Batimos las yemas (que están en otro recipiente), añadimos el azúcar poco a poco, mientras mezclamos con las varillas. A continuación, añadimos la ralladura de limón y la canela, mezclamos y reservamos.
En un tercer recipiente tenemos la almendra molida a la que añadiremos la harina y mezclamos.
En el recipiente que tenemos las claras montadas, añadimos poco a poco y con movimientos envolventes la mezcla de las yemas para evitar que bajen mucho las claras montadas.
Ahora, añadimos la mezcla de almendra y harina, y hacemos lo mismo, poco a poco y con movimientos envolventes hasta que todo esté bien integrado.
Pasamos la mezcla al molde, le damos unos golpecitos para que se asiente y reparta bien, y con el horno precalentado a 180ºC calor arriba y abajo, horneamos 40 minutos y dejamos otros 5 de reposo con el horno apagado y cerrado.
Sacamos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Quitamos el papel de hornear que estará sobre la parte superior y dejamos enfriar al menos 30min.
Mientras preparamos el glaseado mezclando; el azúcar glas con el agua hasta conseguir la textura deseada y añadimos unas gotas de zumo de limón.
Repartimos bien el glaseado por encima de la Tortà y por los lados, aquí podéis poner la cantidad de glaseado que os guste si queréis que la capa quede más o menos gruesa. En mi caso, me gusta que sea una capa fina.
Dejamos enfriar hasta que el glaseado quede crujiente y listo.